Balsamo de tigre

“- Lo que tenemos que hacer es volvernos unos guarros.”, sabiduría popular siempre. Quien me dijo la frase la reconocerá al instante, como para no ¿verdad?, en parte me veo obligado a darte la razón, solo en parte (para dártela del todo ya tenemos que entrar con botones...). Por una parte si en el hecho de poder situarse en uno mismo (quitando la parte del ego obviamente) en vez de en todo el movimiento de delante, en otra no creo por el hecho de que, quitando ese detalle, ¿No somos en el fondo mucho mejores así?... lo se difícil de apreciar, bueno, alguien habrá con dos dedos de frente en el mundo, algún día empezaré a buscar, eso es seguro.

Mientras, bueno, ¿hoy es un gran día no?, algunos alargan sus vacaciones, otros puede que las terminemos, otros puede que se vean forzados a ello, cada persona en lo que necesita, no solo para ella. El libro en el aparador, en el bolso, en la mochila... cientos de letras esperando ¿para que?, hace tiempo que no leo ninguna novela, la mayoría las considero inútiles, pierdo mi tiempo de forma inútil de otras muchas formas, total, de que sirve la lectura si al final no aporta nada (como en la mayoría de los casos), si no se ve otra intención reflejada, ESA intención.

Este nuevo desvarío se debe, no solo a que son casi las 4 de la madrugada y no puedo dormir (ayer me levanté muy tarde, el despertador no sonó), cúmulo de situaciones. La barrera ha sido cedida, gesto simbólico, pensé que estaría mejor en el otro lado, realidad bonito encuentro, peor de lo que pensaba, todo mejorable, sin duda.

Como el famoso bálsamo chino hay muchas aplicaciones posibles para este momento, tonificar, abrir, mover... con una salvedad, el momento tiene mucho más que ofrecer que una sustancia...Primera hora de la mañana, comienzo.