jueves, 25 de diciembre de 2008

Navidad

Hoy es el día, según los católicos (diferenciemos católico de cristiano por favor, por desgracia es algo en muchos casos bastante opuesto) que nació el mesías, el salvador, Jesús de Nazaret. Con todos los valores que hoy se pueden ver celebrando, consumismo, egocentrismo, envidia, celos, rencor, hipocresía... que triste es que las personas tengan que mentir para poder sentirse bien consigo mismas. Esa es una costumbre que hace bastante tiempo dejé de lado, ser sincero primero con uno mismo, después con el resto, un gran cambio, libertador como pocas cosas. Esto tampoco quiere decir que lo digo todo, tampoco estoy preparado para tanto, la gente que se encuentra en frente no lo está tampoco. Algunas cosas es mejor guardarlas y comprender el auténtico porqué, “Porqué me molestó eso, porqué actué así, porqué....” os suena, seguro.


La opción más fácil es enfadarse, dar una justificación al ego y alejar con un ataque de ira aquello que no entendemos, que no nos ha gustado, que nos ha dañado... ¿Realmente es algo de fuera?, letras, palabras, sonidos.... ¿la vibración de las palabras es la que te daña?, ¿en que longitud de onda te tiene que golpear para desestabilizarte?, ¿a cuanto volumen?.... o tal vez, lo que te daña es lo que esperas de la persona que te lo está diciendo, la idea mental de lo que debería ser, como debería actuar, como QUIERES que sea su actuación... En ese momento los sonidos nos dañan, nos molestan... ¿Como se atreven?


Jajajajajaja, en ese momento a todos nos ha sentado mal, esa actitud. Este es un día de reflexión, de AUTO-reflexión, de ver lo que realmente nos ha hecho así, lejos de la opinión general, única y exclusiva la nuestra. En estos días en los que los belenes están llenos, cientos de niños rodeados de las figuras de sus padres, del buey, la mula... y una enseñanza trasgiversada. “La casa de mi padre no está en unas paredes, no está en un templo, la casa de mi padre está en cada uno de vosotros” en una frase así podría resumirse. No hace falta ningún intermediario para acceder a Dios, sea cual sea el concepto del mismo que cada uno tenga. Estudiando en un seminario, aprendiéndome de memoria unos textos voy a poder guiar a los demás hacia el reino espiritual... la comprensión de esos textos, como la de otros muchos de ámbito religioso, son personales, únicos en su mayoría. Solo se puede ser espiritual de forma directa.


Ir a misa, repetir como una cacatúa los salmos, canciones y rituales para después salir por la puerta con el deber cumplido, continuar igual. Mejor es sentarse en la cama, coger ese mismo libro y tratar de ver lo que hay más allá de las palabras, un libro totalmente metafórico orientado a una época, una cultura general, un pueblo. La visión que despierta en cada uno dependerá de su grado de entendimiento, de desarrollo como persona, de su interés. Pero también tenemos que tener algo más de dos dedos de frente y darnos cuenta que no hay un camino solo, que cada uno tenemos el nuestro, y puede, que ese no despierte nada en mi y si lo haga otro; Mismo fin, diferente vía, acertada es “Todos los caminos conducen a Roma”, entendiéndose Roma como uno mismo. Será el madrugar lo que me ha hecho escribir así, puede, aquí queda reflejado esperando que sirva (de una forma o de otra lo hará).


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