Hace unos días volví a pisar esta tierra que podría decirse es la mía (con sol por cierto, muy buenos días climatológicamente hablando). Después del viaje a las islas, de dejar la cabeza en muchos sentidos en casa (y bastante más que la cabeza), y de despejar bastante la mente.... puedo decir que estoy.
Todo lo que rodeó al viaje es bastante positivo, experiencias interesantes (me encantó la talasoterapia, los contrastes de agua, la vista del centro, el mundo paralelo en el que vivía la recepcionista...), toda la vista de la isla (desde el avión parecía enana y vaya si tenía lugares por descubrir, la comida, la gente, el clima nublado.... agradable ruptura de la rutina (social y propia).
Volver a pisar la capital también fue algo que me recordó muchas cosas, esas calles activan partes de mi que … y que decir si encima es por la noche, un mundo totalmente diferente.
Ahora en casa estoy muy desconectado, comprendo partes de lecturas (“Vigyan Bhairav Tantra de Shiva” en la versión de Osho llamada “Libro de los secretos”), partes que había olvidado (tiempo antes de comenzar con todo este mundo experimenté de forma más que vivida), ahora queda profundizar. Estos son días de cambio (al igual que lo fueron los previos a la marcha), de comenzar ese nuevo camino que parece comienza con el primer paso.... Curiosidad (muy marcada) y a través de cosas tal vez nimias (como la mayoría de las importantes – trascendentales) ver partes de uno mismo... ¿Otani?... mucho.
Primera letras en esa dirección.

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