“Tiempo al tiempo, ese es mi lema. Aunque es más fácil decirlo que hacerlo”.
Este es otro de los que me gustan mucho. Con un vistazo rápido se puede ver que hay dos grandes formas de tomárselo:
La primera → Es otra forma de comentar el “mítico” e idealizado si se me permite decirlo Carpe Diem. Vive el momento. Esto es muy bonito, muy fácil a priori. El pequeño fallo de la mayoría de los que leen esto es que entienden disfrutar momento a momento en situaciones muy cómodas. Pongo ejemplos, Vivo el momento en:
Mis vacaciones, compañía de la persona que me gusta, el tiempo que estoy dedicando a mi hobby / pasión, etc etc.
Ahora bien, también hay que hacer lo mismo durante “Mis ocho horas grises de secretario/a, cuando recibo una mala noticia, cuando pierdo a alguien querido...”. Eso no es tan atrayente del concepto.
La segunda → Es un poco más dual. O bien huir de algo, pasar de ello, ignorarlo o bien contemplarlo sin hacer nada. Esto también tiene su parte positiva, si se contempla de forma ecuánime, atento a lo que sucede se puede emprender acción en el momento justo. Es algo muy complicado, para mi demasiado, por lo que no considero este punto como algo a tener en cuenta, la mayoría del mundo (por desgracia) también creo que lo tomará como pasotismo. (Esto último queda claro que también enlaza con la segunda parte de la frase, es demasiado complejo y es mucho más sencillo dejarse llevar o ignorar...).
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