“La dicha de la vida consiste en tener siempre algo que hacer, alguien a quien amar, y alguna cosa que esperar.”
Así de simple. Está convirtiéndose en una tónica repetitiva lo de frases simples...
Algo que hacer... el mundo es tan sumamente grande que si queremos podemos pasar todo nuestro tiempo haciendo algo (También incluyo como algo, meditar, reflexionar, sentarse simplemente a observar...).
Alguien a quien amar, siempre hay alguien especial cerca (nosotros mismos también lo somos, o deberíamos serlo), pero no solo es referido a amar en sentido pasional, “Amar al prójimo”, siempre.
Alguna cosa que esperar... esto último puede ser una ventaja o un gran (el mayor de hecho) inconveniente. El apego por algo que se quiere es muy duro de romper. Siempre se quiere algo, y cuando ese algo se tiene aparece otra cosa, y otra.... Cuando no es más necesario el desear/esperar algo las dos primeras toman otro cariz.
No hay comentarios:
Publicar un comentario