lunes, 15 de diciembre de 2008

Blanco manto

Solo hace falta mirar por la ventana, es mucho lo que sigue cayendo. Las fotos quedan muy bien con la capa blanca aunque el moverse por el mundo ya es otra cosa. Hacía mucho tiempo que no teníamos una similar por estos parajes, rememorando los años en los que la inocencia era mucho más que ahora. Dentro de lo que cabe sigo siendo inocente, mi primer pensamiento es siempre bueno acerca de lo que sucede, incluso cuando todo parece decir lo contrario. Rara vez me equivoco, solo en las que pretendo aprender por la forma dura, puede que escuche más de lo que en principio me creo. Aquellos días jugando con bolas, correteando para frenar sobre la capa de hielo en el patio...

Pero bueno, no me iré por las ramas, para eso están el tuenti o el facebook con sus desvaríos fotográficos y mis fotos del pequeño Chutulu. Los últimos días han sido cuanto menos intensos. Por un lado, ¿sería o no?, algunas presencias alteran solo con la mera posibilidad, en el momento no parecía, hace muchos años como para que siga así pero... ahí estaba, o no. Más recuerdos y otra pequeña lección, todavía no aprendida del todo.


Por la tarde, después de una intensa noche iba a venir algo bastante necesario, cuando algo queda pendiente es mejor despejar, arreglar la propia mente y “entender”. Después iba a venir el relax, la posesión nuevamente, azul celeste y brillos metálicos como el rayo y para rematar la tarde dar la ayuda que se necesitaba. De todo eso, nada. Cuando una persona no quiere que se la ayude deja muy claro quien es importante y quien no, bien sea cerrándose en su mundo, bien desapareciendo, bien negando todo, en cuanto a la posesión, no era el momento.


Hoy, a través del manto blanco toca subir, gente muy interesante espera, pensemos que no nos quedaremos atascados en la nieve. Siempre es agradable contactar con ese tipo de personas.



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