viernes, 28 de agosto de 2009

Eléctrico:

Es una sensación rara, lleva ya unos días pegada a la piel, la sensación de una pequeña postilla después de una herida solo que el cuerpo está intacto, al menos esa es la impresión que da desde fuera. Todo comienza con una alteración, un ascenso de energía (Yang hepático) que en este caso no se ha usado como sería su función en condiciones “no patológicas”, creatividad. En este caso se ha usado para.... realmente no se para que se ha usado, puede que un toque de atención, una señal luminosa sobre el mundo y más importante, sobre uno mismo para ver.


¿Culpa?, ¿responsabilidad?, no me gustan esos conceptos en relación a estos términos, creo que uno mismo es el causante, no controlas el mundo, controlas como te lo tomas. En el fondo (muy en el fondo, es una de esas cosas que negaré a mi parte consciente) sé que la causa soy yo mismo, la incapacidad de desconectar, de creer ver como “mis errores” son repetidos por quien menos debería, volver a verse de “joven”, volver a “vivir” situaciones... pasar por alto tantas cosas.... En pocas palabras que creo muchos comprenderéis, apego y extrapolar. Puede que algunos lo confundan con miedo, más que miedo es … woh.


Van pasando las horas, los días, los minutos nocturnos mucho más activos... y poco a poco la máquina va pidiendo un descanso, desconectar de las marchas más largas y reduciendo poco a poco a un ritmo sostenible, un poco de ralentí y a continuar. En momentos así me doy cuenta de, por ejemplo, la capacidad o la influencia que tiene sobre mi mi “profesión”, por muy revuelta que esté la máquina racionalizadora llamada por la mayoría cerebro o por muy alterado que esté el “mundo común” es un bálsamo de calma, no hay nada más durante ese tiempo que lo que está delante... sensación mágica.


Poco a poco llegaremos a algún lado, ¿donde? Aún es pronto para decirlo, quedan algunas horas, parte de ellas para ser fiel a mi mismo y no hipócrita con mis pensamientos, otras son para poner a prueba lo que creo y la capacidad de autodestrucción de la que soy capaz (¿o más bien autopreservación?... aún no se cual es mejor o en cual me encuentro).



No hay comentarios: